Los Pollales (bosques de Palo de Pollo o Pterocarpus officinalis) en Puerto Rico son impresionantes pantanos que se forman en lugares que pueden estar inundados la mayor parte del año. Cualquier persona que haya visitado estos pantanos conoce sobre los retos y maravillas de trabajar en un ecosistema tan interesante. En el caso específico del bosque de Palo de Pollo de la Reserva Natural de Humacao, los retos son constantes. El bosque solamente es accesible por agua y una vez adentro, puede ser un terreno bastante inhóspito. Con cada paso te puedes enterrar en agua y lodo hasta la cintura, los herbazales de agua dulce que lo rodean son el hogar de una población saludable de sanguijuelas y el movimiento es lento en cualquier dirección. Aunque todos estos factores dificultan la investigación científica, a su vez han servido de barrera natural para proteger el bosque. Lo que puede ser considerado como un reto para la persona que quiera visitar el pantano, también alimenta la curiosidad de saber más sobre este lugar y cómo podemos protegerlo.
Aunque la distribución de los bosques de Pterocarpus cubre gran parte del Caribe y algunas regiones de las costas caribeñas de Centro y Sur América, mucho de lo que sabemos sobre la ecología de estos pantanos ha sido producto de investigaciones en Puerto Rico. A continuación presento un resumen breve de investigaciones publicadas en revistas científicas (luego menciono otros trabajos que se han hecho en los Pollales de Puerto Rico, que también han sido de gran importancia).
En el 1982, la Dra. Migdalia Alvarez estudió la estructura y ecología de varios de estos bosques en Puerto Rico mientras trabajaba en su tesis de maestría. La autora encontró que los bosques de Pterocarpus en Puerto Rico varían en su composición y estructura, y que esta variación está estrechamente relacionada a la hidrología y geomorfología del bosque. El resultado de este trabajo fue publicado como un capítulo en el libro Ecosystems of the World, Forested Wetlands en 1990 (Álvarez-López 1990) y es una pieza clave de literatura científica acerca del estudio de estos humedales.
Un grupo de investigadores de la UPR-Río Piedras publicó varios artículos acerca de la relación ecológica que tiene el árbol devPterocarpus con la salinidad en su ambiente. En una serie de artículos, los autores (Mitch Aide, Ana María Eusse, Elsie Rivera-Ocasio y Neftalí Ríos-López) describen como se afectan muchos aspectos de la ecología de Pterocarpus a medida que la salinidad aumenta en el pantano. En trabajos de campo y experimentos de invernadero, el grupo descubrió como el aumento de salinidad afecta la productividad (producción de hojarasca), la nodulación (conglomerados de bacterias simbióticas que fijan N2 en las raíces del árbol), la reproducción y el crecimiento en esta especie. Esta importante serie de trabajos concluye que las poblaciones de Pterocarpus en Puerto Rico podrían verse afectadas ante la inminencia de un aumento en el nivel del mar. Además de estudiar cómo los bosques de Pterocarpus son afectados por la salinidad, también estudiaron aspectos de genética poblacional y biogeografía de la especie en el Caribe (Eusse and Aide 1999, Rivera-Ocasio et al. 2007, Rivera-Ocasio et al. 2002, 2006).
Además de estos trabajos, los ecólogos Ernesto Medina, Elvira Cuevas y Ariel Lugo publicaron en el 2007 un interesante trabajo donde estudian a fondo la relación entre la composición mineral del suelo y las hojas de diferentes especies de plantas en dos bosques de Pterocarpus (Medina et al. 2007). Ellos encontraron que en ambos bosques (Sabana Seca, Toa baja y Punta Viento, Patillas) las hojas de Pterocarpus tenían menor concentración de sodio (Na) que las hojas de las especies de mangle, aunque a veces compartían el mismo espacio. Además, detectaron un mecanismo de exclusión de sodio en las hojas de Pterocarpus. Esto significa que una de las maneras que tienen los árboles de Pterocarpus de resolver su problema con la salinidad del agua es que acumulan sodio en el tejido leñoso de la hoja (rachis), lejos del tejido verde donde ocurre la fotosíntesis.
Los resultados de estos trabajos han aportado grandemente al conocimiento que tenemos sobre esta interesante especie de humedal, particularmente en el contexto del aumento en el nivel del mar. Con un conocimiento claro de que cómo esta especie se ve afectada por la presencia de agua salada, podemos enfocarnos en preguntas que nos ayuden al manejo y la protección de estos bosques en Puerto Rico ante el cambio climático.
Aquí pueden encontrar las referencias de estos trabajos completas con los enlaces. Si desean copia en PDF de algún artículo nos pueden escribir.
Eusse, A.M., and Aide, T.M. 1999. Patterns of litter production across a salinity gradient in a Pterocarpus officinalis tropical wetland. Plant Ecology 145(2): 307-315.
Medina, E., Cuevas, E., and Lugo, A. 2007. Nutrient and salt relations of Pterocarpus officinalis L. in coastal wetlands of the Caribbean: assessment through leaf and soil analyses. Trees: Structure and Function 21(3): 321-327 %U http://www.springerlink.com/content/u27078576q27078561h27078427/?p=a27078517b27074253f27078394d27078575fb 27078572c27078576c27078571ace27074738b27078559Ï€=27078575.
Rivera-Ocasio, E., Aide, M., and Rios-Lopez, N. 2007. The effects of salinity on the dynamics of a Pterocarpus officinalis forest stand in Puerto Rico. Journal of Tropical Ecology 23(5): 559-568 %U http://www.journals.cup.org/action/displayJournal?jid=TRO.
Rivera-Ocasio, E., Aide, T.M., and McMillan, W.O. 2006. The influence of spatial scale on the genetic structure of a widespread tropical wetland tree, Pterocarpus officinalis (Fabaceae). Conservation Genetics 7(2): 251-266 %U http://springerlink.metapress.com/link.asp?id=105709.
Rivera-Ocasio, E., Aide, T.M., and McMillan, W.O. 2002. Patterns of genetic diversity and biogeographical history of the tropical wetland tree, Pterocarpus officinalis (Jacq.), in the Caribbean basin. Molecular Ecology 11(4): 675-683 %U http://ezproxy.tamu.edu:2048/login?url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=mnh&AN=11972756&site=ehost-live.